¿Cómo se realizan los injertos?

El injerto consiste en la unión de una rama o, a veces, de un solo brote de una planta con otra planta, de manera que formen un nuevo organismo único.

El patrón o portainjerto es la planta que aporta las raíces, mientras que la rama o yema que se injerta en el patrón es el injerto o vástago.

Para que el injerto pueda llevarse a cabo es necesario que las plantas formen parte de una misma especie o, al menos, de una misma familia. Además, es preciso que se pongan en contacto ciertos tejidos del tallo de las dos plantas.

El cambium es uno de ellos, y constituye la zona generatriz que da origen a las nuevas células vegetales. Está situado entre la corteza y la madera, y es la parte capaz de producir la unión entre las dos plantas.

El injerto se realiza en distintas estaciones, según el método empleado y las especies de que se trate.

¿Con qué fin se realizan injertos?

Las ramas o yemas de árboles que producen frutos de calidad se injertan en otras de árboles más resistentes, con lo que se consigue combinar las cualidades de ambas especies o variedades. También es un método de multiplicación de las especies sin semillas, como ciertas variedades de naranjas y de uvas.