¿Cuáles son las aplicaciones de la criocirugía?
La técnica quirúrgica de la criocirugía se aplica en la actualidad para extirpar formaciones patológicas en la piel, controlar los tumores ginecológicos y urológicos, eliminar las cataratas que recubren el ojo y las hemorroides, entre otros desórdenes del organismo.
En general, puede decirse que se emplea para destruir los tejidos muertos. Para ello, éstos son sometidos a un proceso de congelamiento. El rápido enfriamiento de los tejidos a una temperatura de -60ºC, o aun más baja, provoca la formación de cristales de hielo que alteran la estructura celular y, en definitiva, destruyen las células necrosadas.
La congelación también desorganiza tejidos enfermos provocando reacciones inmunológicas. El veloz enfriamiento da origen a proteínas intracelulares, que atraen anticuerpos naturales. Éstos neutralizan las células defectuosas.
¿Qué técnica posibilitó el desarrollo de la criocirugía?
El surgimiento de la criocirugía fue posible a partir del desarrollo de la criogenia, un método que comenzó a aplicarse a fines del siglo XIX para permitir la obtención de temperaturas mucho más bajas que las que en general se dan en la naturaleza. Una de sus aplicaciones más extendidas es el almacenamiento y el transporte del gas natural envasado.
¿Quién desarrolló la criocirugía?
La criocirugía fue utilizada por primera vez en 1961 por el neurocirujano estadounidense Irving Cooper, para destruir tumores cerebrales.