¿Cuándo surgió la iluminación de los manuscritos?
En el siglo V, la caída del Imperio romano y la invasión de los pueblos bárbaros fueron sucesos que marcaron el nacimiento de nuevas formas de expresión en Europa Occidental.
Los bárbaros, que introdujeron un arte transportable, como las joyas y otros elementos de adorno profusamente decorados con exuberante fantasía, influyeron en el desarrollo de una expresión artística fundamentada en la religión cristiana.
Así comenzó la realización de las primeras miniaturas: libros manuscritos del Antiguo y Nuevo Testamento, de los evangeliarios y salterios, que los iluminadores (llamados así porque decoraban manuscritos) ilustraron con dibujos influidos por la orfebrería de los bárbaros.
De este modo, la ilustración miniada se caracterizó por la presencia de excesivos elementos decorativos provenientes de la geometría y de la vegetación, combinados con figuras humanas y de animales que surgen de la abigarrada composición.
¿Cuáles son los manuscritos que sobresalieron?
El arte de la miniatura tuvo un período de esplendor con los manuscritos irlandeses del siglo VII, entre los que se destaca, el Libro de Kells , con la exaltación de las primeras letras abundantemente decoradas. En el siglo VIII, durante el período del emperador Carlomagno, la miniatura se convirtió en una de las expresiones artísticas más importantes. La corte de Carlomagno fue sede de la escuela palatina, donde se crearon bellos manuscritos, como el Evangeliario de Godescalco.