¿Cómo es una fábula?

La fábula, que se inscribe dentro de la narrativa, se asemeja por su brevedad al cuento, pero presenta ciertos rasgos distintivos. Su característica principal es que incluye, de manera expresa o táctica, una moraleja, es decir, un mensaje moral que deriva de las peripecias que deben superar los personajes del relato.

En general, es protagonizada por animales que piensan, hablan y se comportan como seres humanos. Sin embargo, en ciertas ocasiones, los protagonistas de las fábulas son también objetos o fenómenos humanizados, como los árboles, las piedras o el viento. La fábula presenta similitudes con el apólogo y con los exempla, dos formas de la literatura que se desarrollaron ampliamente en la Europa medieval.

¿Se conoció la fábula en Oriente?

En la India, en China y en Japón se desarrollaron formas de literatura similares a la fábula. En el siglo XVI, las fábulas de Esopo fueron introducidas en Japón por los jesuitas, y tuvieron gran éxito.

Uno de los primeros autores de fábulas fue Esopo, un escritor griego del siglo VI a. C. Este género también fue practicado por los romanos y alcanzó una notable expansión durante la Edad Media. Su principal exponente, en el siglo XVII, fue el francés Jean de La Fontaine. En el siglo XIX se destacaron Beatrix Potter y Hans Christian Andersen, entre otros.