¿Qué es la piedra filosofal?
La historia de la piedra filosofal es, en realidad, la de un descubrimiento frustrado. Esa sustancia, de la cual se creía que podría convertir cualquier metal en oro, nunca fue descubierta por los alquimistas medievales ni por sus herederos de tiempos más recientes, pese a todos los intentos que hicieron en ese sentido.
Si bien la noción de piedra filosofal data de la Edad Media, los alquimistas ya buscaban los métodos para fabricar oro desde la Antigüedad, y siguieron haciéndolo hasta el siglo XVIII.
El impulso experimentado por la física y la química en ese período, gracias al aporte de científicos como Isaac Newton y Antoine Lavoisier, limitaron el campo de investigación de los alquimistas, que se dedicaron a la búsqueda de la relación del hombre con el cosmos, basándose en textos esotéricos, muchos de ellos de origen griego.
¿Quién fue el más famoso de los alquimistas?
Aunque algunos de los principales pensadores del Medioevo (Roger Baco n, Ramón Llull, Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino) estudiaron los elementos, el más célebre de los alquimistas fue Paracelso, un suizo nacido en el siglo XVI, para quien existía un elemento llamado alcaesto, capaz de convertir los metales en oro, curar las enfermedades y actuar como disolvente universal.
La alquimia habría comenzado a practicarse en China antes que en Occidente, aunque hasta el momento los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo al respecto. Pero los chinos, que creían en la inmortalidad del hombre, se dedicaron a buscar las drogas capaces de lograr esta virtud desde el siglo IV a.C.