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¿Qué es el control de natalidad?

Margaret Sanger comenzó a publicar en 1914, en Nueva York, una revista llamada Mujer Rebelde, que contenía una serie de artículos sobre los derechos humanos; entre ellos se encontraba un texto relacionado con la contracepción, que la misma Sanger por primera vez denomino control de natalidad.

Los métodos para evitar el embarazo son muy antiguos, y los primeros anticonceptivos eran obstáculos mecánicos que evitaban que el espermatozoide fecundara el óvulo. Entre ellos se encontraban: la sal de roca, las esponjas marinas y el alumbre.

En la actualidad los métodos son variados, y van desde la restricción del acto sexual en los días en que es posible la fecundación hasta la esterilización quirúrgica. Uno de los métodos más antiguos y sencillos es el preservativo, usado por los hombres durante el coito.

En cambio, las mujeres cuentan con una mayor variedad de procedimientos para controlar la natalidad: las píldoras que evitan la ovulación; el diafragma, especie de aro de látex que la mujer se coloca en el cuello del útero; el DIU, dispositivo de metal o de plástico que un profesional médico instala en el útero durante un determinado tiempo; cremas y geles espermicidas, y la esterilización quirúrgica, mediante la cual se ligan las trompas internas.

Las investigaciones indican que el fomento de la educación, el trabajo de las mujeres y la panificación familiar reducen los índices de natalidad, especialmente en los países en vías de desarrollo.

Thomas Robert Malthus, economista británico, manifestó en 1798 que algún día los comestibles producidos no alcanzarían para alimentar a la población mundial.

¿Existen programas para controlar la natalidad?

La Organización Mundial de la Salud organiza programas que investigan la contracepción y ha colaborado con muchos países para planificar proyectos que orienten la conformación familiar.