¿Qué es un invernáculo?

El invernáculo es un cubierto donde se protegen las plantas de la acción del frío y al mismo tiempo reciben la luz solar, fundamental para su vida. Se construyen con estructuras de metal o madera cubiertas de vidrio o polietileno, policarbonato, u otros materiales que permiten la entrada de los rayos solares.

Deben orientarse con su lado más largo hacia el este para recibir el sol de la mañana sobre uno de sus lados y el de la tarde sobre el otro, siempre y cuando no existan en la zona vientos de gran intensidad del este o del oeste, que puedan ejercer presión sobre sus paredes y romper su estructura.

Los invernáculos se pueden clasificar en distintos tipos según la forma de su techo: de una sola vertiente, de dos vertientes (o aguas), parabólico, etcétera. El primero está constituido por una pared alta y otra baja que sostienen la estructura del techo. El segundo está formado por dos paredes bajas que sostienen un techo a dos aguas. El parabólico, que tiene techo curvo, es utilizado principalmente en zonas de vientos intensos o donde nieva.

En algunos cultivos bajo cubierta, resulta necesario calefaccionar para poder lograr la temperatura adecuada al crecimiento óptimo del cultivo. El riego es fundamental en los invernaderos, ya que las lluvias no pueden ser aprovechadas por los vegetales que en ellos se cultivan. Los más comunes son verduras, frutas, flores y especies ornamentales.

¿Cuáles son los beneficios en la agricultura?

En las áreas de climas fríos, los invernáculos se utilizan para desarrollar en gran escala cultivos de climas templados o cálidos, y en las zonas templadas facultan la maduración anticipada de los frutos y el cultivo de plantas fuera de estación.